“La música es como una droga, quien adquiere el hábito no puede dedicarse a actividades importantes. Hay que eliminarla por completo.”

Palabras de Ruhollah Jomeini

“Escuchar música lleva a la discordia, lo mismo que el agua conduce al crecimiento de la vegetación” anciano a un diario iraní en época posrevolucionaria.

Es 197 y Ruhollah Jomeini se convierte en líder supremo Ayatollah de Irán. Luego de derrocar a la Dinastía Pahlaví del sah Mohammad Reza Pahleví, apoyado por Estados Unidos y Reino Unido durante décadas de intervencionismo en Medio Oriente, siempre guiados por intereses políticos y económicos. Jomeini viene de formar el Partido Republicano Islámico y Consejo Revolucionario Islámico.

Parte de la revolución es poner la religión por encima de la política. Y comienza la prohibición. Cierran las discotecas, las radios suspenden la emisión de música moderna y casi cien periódicos son clausurados. En las artes, bailarinas que se convierten en cantantes al servicio del Estado que condena toda manifestación cultural ajena al Islam y más la proveniente de occidente. Persiguen a músicos y escritores. Se corta las manos a los ladrones y se lapida a las adúlteras, además de ejecuciones públicas a homosexuales, prostitutas y minorías religiosas.

Ahora es 1982. Combat Rock. The Clash.

By order of the Prophet, we ban that boogie sound

Degenerate the faithful, with that crazy casbah sound

Por orden del profeta, prohibimos ese sonido boogie

Degenera a los fieles, con ese loco sonido casbah

(casbah refiriéndose a las construcciones árabes a manera de fortaleza)

El video es una sátira sobre la convivencia entre israelíes y árabes.

De manera inusual Topper Headon, el baterista de la banda, hace la música y las primeras letras. Joe Strummer las edita y reescribe.

1990. Guerra del Golfo.

Estados Unidos ataca Irak. La primera canción que suena en la radio del ejército norteamericano es Rock the Casbah.

Al ser televisado el evento, a Joe Strummer se le parte el corazón.

Después de los ataques a las Torres Gemelas. Rock the Casbah pasa a convertirse en una canción inapropiada y en 2006 es considerada una canción conservadora.

Las letras de Strummer a manera de burla por la prohibición del rock en Irán suelen celebrarse como un acto subversivo por la libertad de expresión. Sin embargo, procediendo de un país colonialista con intereses en Medio Oriente, resulta irónico su pocisionamiento, dado que la revolución islámica respondió al intervencionismo occidental. Es probablemente, un Strummer más maduro, posterior a la disolución de The Clash y a la manipulación política de sus canciones, el que reinterpreta sus propias letras a la luz de las repercusiones castrenses.

Hoy Rock The Casbah es una de las canciones más conocidas y bailadas de The Clash.