A Román (Azkeados) lo conocimos gracias a Koko (Demencia Alkoholika), a quien conocimos en el primer Punkitud Internacional. Así son las redes. Ambos forman parte de la escena latina de punk en Nueva York y New Jersey. Una escena amplia y compleja que vive a diario las complicaciones de ser migrantes en las entrañas del imperio. Con ellos decidimos impulsar Venas Rotas Bronx para intercambiar música, historias de vida y apoyo mutuo. Sobre todo eso y mas fue la charla con Roman que reproducimos a continuación.

Hace poco menos de un año decidimos crear Venas Rotas en el Bronx junto con la banda de México, principalmente porque aquí no es fácil conseguir discos de bandas de latinoamérica. Hay muchas tiendas de discos pero la mayoría tienen las bandas más famoso de aquí, pero sí buscas un disco, por ejemplo de Masacre 68, no lo consigues.

Nos llamó la atención crear un lugar para la banda punk. Aquí hay bastantes bandas punk de latinos, entonces crear ese puente, mandar discos a México y nosotros conocer bandas de allá. Un lugar nuevo donde la banda punk y migrante pueda venir, echar la chelita, hacer conciertos, convivir, intercambiar.

En el futuro queremos hacer shows, ya que aquí para una banda latina es muy complicado conseguir un espacio para un evento, no es tan fácil que te renten un lugar.

La escena latina acá es pequeña, hace unos años habría unas diez bandas. Poco a poco ha ido creciendo. Durante un tiempo el Latino Punk Fest fue muy importante y era un espacio bien chingón para encontrarnos con bandas de todo el país pero había que esperar un año para que sucediera. Queremos crear un espacio donde se vaya conectado toda esa escena.

A mucha gente le ha llamado la atención el lugar en el que ahora está Venas Rotas Bronx. Es un Centro Comunitario de la comunidad migrante, es el espacio de la Red de Pueblos Transnacionales y hacen diferentes actividades, reparten despensa de comida, ayudan a sacar papeles y ayudan económicamente a gente que necesita para la renta o porque con lo del covid que muchas personas perdieron su empleo, ellos estuvieron echando la mano ahí. Es un espacio histórico porque Don Esteban lo ha mantenido durante 20 años como su taller de Tapicería. Ha dado trabajo a mucha gente de America Latina y ha apoyado mucho a la comunidad. Ha sido muy divertido meter ahí a los punks y que la gente vea que ayudan a mantener chido el espacio.  

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Hubo un tiempo en el que tocábamos con muchas bandas americanas, hacían sus shows y nos invitaban a tocar. Siempre en eventos underground. Desde hace pocos años dejaron de invitarnos. Hubo muchas peleas. Cuando Donald Trump se hizo presidente, todos los racistas y fachos escondidos se sintieron con el poder de salir a la calle e ir a un show punk y demostrar su odio.

El grupo de latinos en la escena punk, siempre nos hemos considerado antifascistas, y cuando estos tipos empezaron a ir a los conciertos, donde nos topábamos nos tocaba entrarle duro y hubieron varias peleas fuertes,. Dos años atrás me mandaron al hospital con la cabeza abierta, a Coco de Demencia Alcohólika le dislocaron la mandíbula, a otro compañero le rompieron el brazo. Cuando los Proud Boys que empezaban a meterse a los conciertos, a pararse donde querían , hasta a nuestros conciertos empezaron a querer meterse y pues empezaron las peleas pero gracias a que los enfrentamos se hizo ruido, hasta nos entrevistaron en el New York Times, y logramos sacarlos de la escena.

De unos cuatro años para acá nos tocó a nosotros crear una manera de hacer nuestros conciertos, buscar nuestros propios lugares. Yo tenía aquí, en el Bronx, un basement, donde hacía seguido shows de bandas locales, bandas punk y algunas de metal. Solíamos ser las mismas bandas, ya hasta chocaba, pero nosotros mismos organizábamos nuestros conciertos. Ese espacio lo usaban para eventos sonideros, era un lugar de fiestas pero el dueño era muy chido, mexicano también.

Yo empecé haciendo eventos a beneficio. Hice un show para la Biblioteca Anarquista Social Reconstruir que está en la Ciudad de México. Cuando pasó el temblor del 2017 en México, usamos ese lugar para recaudar varo y otras donaciones.

También hicimos unos shows para beneficio de Oaxaca. El que me prestaba el lugar vendía la chela y me dejaba hacer los shows. La gente sabía que todo lo que se sacaba era para donarlo. Cuando hacía shows normales el varo era para las bandas y el de la cerveza pues sí sacaba un buen de varo.

Yo llegué a este país morrito, tenía alrededor de diez u once años. Llegué a un pueblito al norte de Nueva York que se llama Yonkers. Allá no había casi nada, nada de escena. Yo soy de Iztapalapa, desde morrito recuerdo que mi papá era rocker de barrio, bien ñerote, siempre le latió el rock, bandas de México, por él conocí bandas como Especimen, el Síndrome del punk, todo eso. 

Cuando tenía como 19 años conocí a unos compas que estaban iniciando una banda de skapunk. La guitarrista y la saxofonista eran las únicas que sabían tocar, siempre nos topábamos en conciertos y una vez en una borrachera dicen “pues vamos a crear una banda” y ahí tienes a una banda como de 14 cabrones, casi todos mexicanos, solo la saxofonista guatemalteca, nacida allá pero la adoptaron unos americanos, se llamaba Skarroñeros, una banda con letras de protesta. Una de las experiencias más chidas fue abrirle a Maldita Vecindad en un club en Queens, fue uno de mis últimos shows con ellos.

De ahí me decidí a hacer mi propio proyecto, se llamaba Desequilibrio Social, en ese entonces no había muchas bandas latinas en la escena, quienes nos escuchaban decían “estos suena bien punk mexicano” a lo que yo decía “a huevo, pues si somos mexicanos” (risas)

La gente identificaba con Huasipungo que es la banda legendaria de punk latino acá en NYC, pero también estaban A-Truth de Ecuador,  Demencia Alkóholica de New Jersey, No Abuse también de NJ, pero todos eran sudamericanos, eran de Colombia, de Ecuador, de Perú entonces cuando yo inicio Desequilibrio Social éramos como la banda de punk mexicano de Nueva York. Estuvimos tocando como tres años. Grabamos un demo el cual nunca pudimos sacar porque en esos tiempos yo no conocía a toda la gente que ahora conozco y que nos habría podido ayudar a sacarlo y distribuirlo. Se quedó en el mismo disco que me entregaron, pagué un chingo de varo por ese pinche demo y lo perdí, nunca lo salvé ni nada, entonces solo quedan los videos de youtube que se pudieron salvar.

Luego inicié con Lakras, duramos unos seis años, fuimos a varios estados de acá, es la banda con la que más tiempo duré, alcanzó un poquito más de popularidad. 

Azkeados es el nuevo proyecto con el que participamos en el Punkitud en linea. Grabar la sesión estuvo bien chingón. Ya lo necesitábamos. Más de un año encerrados sin tocar, juntarnos fue sacar todo y liberar. Yo un poquito estresado pero lo disfruté bastante. La gente nos dio buenos comentarios, nos escribió gente de Brasil preguntando si tenemos algo grabado y pues pronto esperamos hacerlo. 

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Está cabrón la vida que uno lleva aquí. Uno como inmigrante tiene que chingarle si allá tienes una casita tal vez no tienes que preocuparte por la renta, aquí no es así, es trabajar a fuerza, las rentas son muy caras. Uno se la vive trabajando, siente que no tiene vida. Yo me levanto todos los días a las siete de la mañana y regreso ya como a las siete u ocho, son como doce horas fuera de mi casa. Trabajo en una compañía que hace tatuajes para carros y parches para motocicletas.

Aquí la vida es muy complicada, no tienes tiempo de nada, el fin de semana pues ya lo ocupas, si lo tienes libre, pues para estar con la banda. Antes de la pandemia esperabas toda la semana para que llegara el sábado y ver a tus compas que también se la pasan trabajando. Entonces teníamos solo un día para reunirnos, para ir a una tocada.

Ahora con la pandemia, primero cerró todo, se chingó todo. Un año sin ver a la banda, sin eventos, sin cotorrear, no hay shows. Apenas hay shows pero también está lo de que muchos compas perdieron sus trabajos entonces ya no tienen tiempo para tocar, tuvieron que buscar otro trabajo. Ya no les da el horario. Hasta el momento no he visto a la mayoría de compas. De por sí era difícil, con la pandemia se puso todo más complicado.

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Para mi el punk va mas allá de una cresta o la vestimenta,  el punk  para mi es apoyo mutuo, tratar de ayudar, tratar de ser un mejor ser humano 

El punk a mi me cambio  la forma de ver la vida  me ayudó a entender cosas que antes no lo entendía. No creo ni comparto esa idea de que el punk  significa auto destruirse.

Una de las cosas que queremos hacer en Venas Rotas Bronx , además de mantener un dialogo permanente sin fronteras, es hacer eventos en cuanto se pueda, reunir a los compas de las bandas y que cuenten como la han pasado en la pandemia, queremos hacer un fanzine, que la banda sepa que tienen ese espacio.

Las leyes acá están cabronas, si nos cachan haciendo un show podemos meter en broncas al Centro Comunitario, aquí sí son muy estrictos en ese sentido, yo veo que en México hay un chingo de gente y quien siguió haciendo toquínes. A mí me interesa ya empezar a hacer shows benéficos para los compas en Ecuador, Colombia, en México, para lo que se necesite. Para eso va el espacio +