Bruce Springsteen se mantuvo en silencio casi una semana. La semana de mayores movilizaciones desde aquellas de los 60 durante la lucha por los derechos civiles.
¿Qué más podría decir el personaje de la épica portada con Big Man Clemons en 1975, o el compositor de “41 shots”, en respuesta al asesinato de Amadou Diallo a manos de un policía de la Nueva York de Giulliani? Por no decir álbums enteros dedicados a amplificar voces y sentimientos deliberadamente ocultados por la clase política de su país: Nebraska, Ghost of Tom Joad y Wrecking Ball? Parece que este “Jefe” con pulso de Estadista prefirió observar y tomarse su tiempo.
Lo panfletario nunca ha sido lo suyo. Cada que se le pregunta por su statement político prefiere escapar diciendo que opina solo cuando cree que su opinión puede aportar algo. Siempre ha preferido contar historias en voz de los personajes más allá de declaraciones inquisitoriales sobre lo que se tiene que hacer para ser políticamente correcto.
Dio muestras de vida durante el “Blackout Tuesday”. No colocó ningún cuadro negro en sus redes sociales. Simplemente un articulo de Corinne Shutack titulado: “75 cosas que la gente blanca puede hacer por la justicia racial”: https://medium.com/equality-includes-you/what-white-people-can-do-for-racial-justice-f2d18b0e0234
Hasta ayer, 3 de junio de la era pandemia.
Habló desde su casa, en el programa de radio que durante la emergencia ha realizado para Sirius MxRadio. No fue una requisitaria declaración en twitter. Fue un emocionante recorrido por los espíritus de la lucha racial y de justicia social en su país para seguir midiendo, como ha dicho muchas veces antes, “la distancia entre el sueño americano y la realidad de la vida de la gente de los Estados Unidos”. Un fascinante viaje de música e ideas que vale la pena recorrerse. Transcrito a continuación:
Ocho minutos. Esa canción dura casi ocho minutos. Y es el tiempo que George Floyd tardó en morir, con la rodilla de un oficial de Minneapolis enterrada en su cuello. Eso es un largo tiempo. Ese fue el tiempo que rogó por ayuda, y dijo que no podía respirar. La respuesta del oficial que lo arrestó no fue más que silencio y gravidez. Luego no tenía pulso, y aún así continuó. Eso va a Seattle, a Nueva York, a Miami, a Atlanta, a Chicago, a Dallas, a Filadelfia, a Washington, a Los Ángeles, a Asbury Park, a Minneapolis y al recuerdo de George Floyd. Puede él descansar en paz.
Voz de Martin Luther King
thank you very kindly, my very dear friends.
These churches are really loaded tonight. Never in the history of this nation have so many people been arrested for the cause of freedom and human dignity. You know, there are approximately 2500 people in jail right now.
Now let me say this: the thing that we are challenged to do is to keep this movement moving. There is power in unity and there is power in numbers. As long as we keep moving like we are moving, the power structure of Birmingham will have to give in. And we are probably nearer to a solution than we are able to realize, and don’t worry about your children — they are going to be alright. Don’t hold them back if they want to go to jail, for they are doing a job for not only themselves, but for all of America and for all mankind.
Somewhere we read a little child shall lead them. Remember there was another little child just 12 years old and he got involved in a discussion back in Jerusalem as his parents moved down the dusty road leading them back to their little village of Nazareth, and when they got back and bothered him and touched him and wanted him to move on at that moment he said, “I must be about my Father’s business.”
These young people are about their Father’s business. They are carving a tunnel of hope through the great mountain of despair. They will bring to this nation a newness and a genuine quality and an idealism that it so desperately needs.
Now we are going to see that they are treated right. Don’t worry about that. The Justice Department is already in here, and they don’t have some small fish from the Justice Department, they have some of the big fish in here. We are reminding them at all times that these persons are political prisoners. There is a distinction between a political prisoner and somebody who is there for getting drunk, or somebody who’s there for engaging in a robbery, and we’re gonna see that they are treated right, and go on and not only fill up the jails around here, but just fill up the jails all over the state of Alabama if necessary.
Keep this movement going. Keep this movement rolling. In spite of the difficulties, and we’re gonna have a few more difficulties, keep climbing. Keep moving. If you can’t fly, run; if you can’t run, walk; if you can’t walk, crawl, but by all means keep moving.
El Movimiento Birmingham fue organizado por el Liderazgo Cristiano del Sur, para llamar la atención sobre los esfuerzos de integración de los afroamericanos en Birmingham, Ala. Sus enfrentamientos entre jóvenes estudiantes negros y autoridades cívicas blancas llevaron al gobierno municipal a cambiar las leyes de discriminación, y fue parte del movimiento más amplio hacia los derechos civiles que cambió la faz de la nación.
Ahora, casi 60 años después, nos despertamos nuevamente, en una América con edificios incendiados, coches de policía incendiados y escaparates destrozados, un costo que estamos pagando por otro medio siglo de problemas fundamentales de raza no resueltos.
No hemos cuidado nuestra casa muy bien. No puede haber paz permanente sin la justicia que se le debe a cada estadounidense, independientemente de su raza, color o credo. Los acontecimientos de esta semana lo han demostrado una vez más. Necesitamos cambios sistémicos en nuestros departamentos de aplicación de la ley, y en la voluntad política de nuestra ciudadanía nacional, para avanzar una vez más el tipo de cambios que traerán a la luz los ideales del Movimiento de Derechos Civiles, una vez más, y en este momento.
Es 2020, como dije antes, hay 40 millones de estadounidenses sin trabajo, cifras que no se veían desde la “Gran Depresión".
La siguiente canción fue escrita en 1930 por E.Y. Harburg y Jay Gorney. En el momento de su lanzamiento, los republicanos lo consideraban propaganda anticapitalista, y se hicieron esfuerzos para prohibirlo en la radio. Sin embargo, Bing Crosby, un republicano, lo grabó y lanzó justo antes del ascenso de Franklin Delano Roosevelt a la presidencia. Se convirtió en el disco más vendido de su tiempo y fue considerado un himno para los sueños destrozados de una época.
Seguimos encantados, generación tras generación por nuestro pecado original de esclavitud. Sigue siendo el gran problema no resuelto de la sociedad estadounidense. El equipaje se vuelve más pesado con cada generación que pasa. Y a partir de esta semana violenta y caótica en las calles de Estados Unidos, no parece haber un final a la vista.