Venas Rotas Sunday Blog
12 de julio de 2020
I love your spikey hair
Karla Necro


 

¿Y ustedes? ¿Qué personaje son?


 



Puedes ir a miles de conciertos en la vida. Todos te harán sentir algo de vitalidad en este "mundo muerto, mundo en paz". Pero solo algunos se meten en tu piel, te recorren el cuerpo y te erizan desde que miras el cartel.  

Y cada que sucede te cuestionas tu personaje. El individual y el colectivo. Construimos la figura que se mire al espejo, esculpimos lentamente esos peinados extravagantes que tanto nos apasionan, algunos con previas decoloraciones  a rubio, otros eligen tonos de tinte que las familias llaman de “fantasía” y quizás lo son, pues convierten en realidad la imagen más icónica que nos heredan los predecesores de  fines de los 70’s y 80’s


¿Quienes somos en realidad?… El ritual acaba de comenzar.


Nos gusta oír punk [en el viejo tocadiscos, DHK] mientras se van alzando nuestros cabellos; The Exploited, Destructors, Chaos UK, Chron Gen, OneWay Sistem, The Shitlickers, Bastards, Rudimentary Peny y mi playlist de punk femenino… son clásicos que suenan en la casetera o la torna, cambiamos al punk vasco que nos vio crecer, Eskorbuto es infalible, el acoplado de Punk que punk nos mueve recuerdos de la adolescencia, chicos de la calle suena con Toreros after Olé y los gritos a coro son ahora insilenciables: Nos gustan las bandas nuevas, pero cuestionarnos a nosotros mismo va de mirarnos en retrospectiva, pensar los años que llevamos viviendo y resignificando éste ritual visual que también es de identidad. de como nos ubicamos ante el mundo y ante nosotras mismas. Es nuestro momento para recordar con esas bandas tocadas pasadas, amigos que ya no están y reírnos de los que estamos, listos para escribir una nueva aventura.

Para una mujer punk como yo, quien elige previamente el atuendo que habrá de usar en esa tocada altamente esperada, quizás por meses, la hora del visuúes un encuentro comunitario de trabajo colaborativo, unos planchan el cabello de otro que le “tira paro” al más abusado que llegó primero y ya lleva media cabeza con minas, o una hermosa mohawk, quizás tres o un precioso crepé ochentero que nos recuerde a Jakke de Kaoos... el espejo se convierte en los ojos del artista, spray, secadora, grenetina, elementos primordiales para iniciar la obra que nos llevará algunas [muchas] horas para salir en un desfile de brillantes conos plateados que fueron insertados uno a uno, y que por ello has dejado nuestros dedos destrozados, delineador negro, chamarras con los parches de nuestras bandas favoritas, a éste punto le llamamos “La gran gala”.

Esa tarde de mayo ibamos a la segunda edición del Punkytud. Estábamos realmente emocionados de ver a Mob 47, Disorder y Destruksions, todo el cartel era genial pero en particular éstas bandas que veríamos por primera vez, yo soy la única mujer en éste viaje que haremos en la camioneta de un gran amigo con rumbo a Texcoco…

Pasamos al Oxxo para armar un cartón de caguamas, cada uno lleva una en la mano, incluso nuestro conductor  quien rola una pipa con hierba mágica la cuál es detectada por los vehículos vecinos, que se asoman por la ventana haciendo la señal más clásica del rock, coreamos una rola de Caifanes mientras aceleran las curvas hacia la primer caseta.

Vamos  varixs que durante años hemos coincidido en los caminos del punk, en la calle, en el chopo, en el pogo, casi estamos en la autopista cuando un retén de policías nos detienen… no nos gustan los policías por feos, mal hablados, gordos y asquerosamente violentos y represores, quieren obligarnos a bajar y lo hacemos, ellos piensas que nos van a talonear. Veo como se arma un campal, tras lo que es necesario encender la camioneta, correr y subir rápidamente, acelerar y perdernos en el pueblito más cercano, las patrullas van detrás de nosotros, nos asomamos por la ventana con chela en mano y les enviamos saludos a sus jefas.

En realidad solo  nos detuvieron "aleatoriamente" por nuestro visú. Revisaron la parte de atrás y nos dejaron ir…
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Karla es punk, feminista y educadora
Texto recomendado:
"Un mundo sin
música en vivo" Olivia Dominguez